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sábado, 30 de enero de 2010

POEMA. DOS NOVIAS, CUATRO VIDAS Y UN COLOR: AZUL

PARA ELENA DE LA O.

Ya tuve dos veces la novia perfecta.
Quizá fue por eso dejarla marchar.
Viví cuatro vidas, lloré cuatro inviernos,
Infierno de vivos y entonces: ví el mar.

Sané mis heridas, que eran mentales,
Marcas cerebrales y falta de paz.

Y ahora me encuentro que no soy quien fui,
Ni si fuí quien era, ni si soy sin tí.

¿Fui? ¿soy? ¿seré? ¿qué me queda?.
Nadie és quien cree ser,
Ni fue, ni lo sabe, ni quiere saber.
Ni sabrá que un día creyó ser quien fue,
Pero no lo era, sólo parecía o quería ser.

Y no somos nadie, la frase del Fin.
Para mi lo es todo, ese es mi vivir.

Ni fui, ni soy, ni seré, ni quiero ser.

Aceptaría somos si se me diera a elegir.
No creo que pida tanto.
Me conformo con tu vida, con tu risa, con tu llanto.
Con tus mañanas de sol y cada una de tus noches,
Con amarte intensamente de mis lunas a tus soles,
Con poder decir que somos al arco de los colores.
Y que se muera de envidia que el tuyo no lo conoce.
Y que sepa todo el mundo que este loco que anda suelto
Tiene el corazón curado y algo ido el pensamiento.

¿Te acuerdas?, sólo en tu mirada azul pude verme reflejado,
Y allí pude ser feliz y por fin supe que, era, y siento que si, que fuí.
Y que por ese segundo, en tu pupila me ví y allí mismo, estuve en ti.
Y si Dios existe me debió escuchar, lloraba, reía, ¡quería gritar!.

Sólo tu azul y tu risa me hicieron querer latir.
Y a él juré volver como vuelvo cada noche,
Cada tarde o de mañana, cada larga madrugada.
Son verdades, no reproche.
Yo soy un búho orejudo y tu mi hada de noche.

Recuerdo que te lo dije:
Moriría en tu mirada por poder vivir allí.
Y por ido te perdí.

Y tu boca ya no hablaba y tus ojos se cerraron,
Y yo los míos abrí, sabiendo que todo es sueño,
Que todo es principio y fin.

Lo que soy seré sin ti como lo fui cuando era,
He de ser, quiera o no quiera,
No sé qué lo quiso así, pero seré hasta que muera.
Dejame dejarte escrito un te quiero de ocho letras.
Que por ti sola yo escribo juntando palabras sueltas.

Lo que jamás me abandona es esta maldita espera.
Que vuelvas, verme en tu azul y saber que por ti soy.
Y que ya antes del principio siento que si, que ya era.
Y que cuando todo sea fin de fines de los tiempos,
Yo viviré en tu mirada, y tu en mi por compañera.

Para dejar de sufrir juntando versos atados,
Que cuestan peor que un parto,
Pues salen del sentimiento del poeta que los trajo,
Hoy me quedo aquí esperando, esperando y esperando,
Que los astros den el día y por fin tu voz me diga:

Palabras soñadas, mi soplo de vida,

Que me das tu corazón por que yo el mío te di.
Que me regalas tus ojos si te vuelvo a hacer reir.

jueves, 28 de enero de 2010

POEMA. ¿QUIEN TIENE A QUIEN?.

Hoy me siento muy sensible.
Me podría calmar tu mirada en la mia
o tu pelo limpio entre mis dedos.
Cocinar y comer desnudos frente al fuego.
Tú vino, yo coca-cola light helada con dos de limon.
Podría seguir así, poemandote para acercarte a mi.
Por que si te escribo eres toda mía,
¿o soy yo el que ya es todo tuyo?.

sábado, 23 de enero de 2010

CUENTO. EL QUIJOTE DE VALENCIA.

 
En una calle de Valencia, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hombre de treinta años, casi aún un chaval, y he de decir que era de los de cubata en ristre, vespa vieja y amigos por doquier.
Su galgo corredor se llamaba Regadera, en honor a su amo.
Vamos a decir que en "normalidad" o eutímia, se llamaba Alonso Quijano, pero que cuando entraba en euforia era más bien conocido como Don Quijote, siendo El Caballero de la Triste Figura cuando entraba en depresión, que de esas tenía muchas él.
Y es que el tal Alonso era bipolar.
Fue al dejar el alcohol que el maligno, a quien llamaremos Prozac, destapó en él lo que se conoce como manía, expresión eufórica del Trastorno Bipolar. Pero no le afectó sólo a él, dañó toda su vida, su trabajo, su descanso, su diversión, su sueño, sus sueños, su familia y sus amigos.
De entre sus amigos debemos destacar a Janter Panza, que como típicamente se diría era todo él bonachón y gordinflón.
Volviendo al principio, en la primera manía que trajo consigo el maléfico Prozac, fue en ese período en el que conoció a su amada Elena del Toboso, que en realidad no se llama así, pero que para el presente cuento ha de venirnos mejor nombrarla como Tobosina o Tobosera, que viene a ser lo mismo y así ella no se entera.
Héte aquí que en las fases de "normalidad", Quijano y Panza solían gustar de juntarse para hablar de lo divino y lo humano. Alonso solía hacer reír a Janter contándole de sus andanzas de cuando le daba lo que él llamaba "el subidón", que no era más que su transformación en Don Quijote. Le contaba cómo se gastaba el dinero en cosas que nunca iba a necesitar, de cómo daba cien euros a un mendigo que enseguida miraba al trasluz el billete pues nunca nadie le había dado uno de ese color. De cómo hablaba sin parar con cualquiera que quisiera escucharle. De cómo escribía poemas a Elena, pues la creatividad se le disparaba en estas fases. Y muchas más cosas que ya no vienen al caso.
Por el contrario, cuando se convertía en El Caballero de la Triste Figura, Panza iba a verle, pero sólo de vez en cuando, y es que nadie sabía respetar las depresiones de Alonso como Janter.
Alguna tarde le llamaba por teléfono y se entristecía al oír la voz sin ganas de vida de su amigo y compañero.
La verdad es que de Elena, Alonso hablaba igual en todas las fases. El pensaba que el hecho de haberla conocido en una etapa de manía, no había hecho si no aumentar el efecto del mismísimo dardo de cupido. Janter disfrutaba oyéndole hablar de ella y se compungía cuando decía que la perdió por culpa de la manía. No la había tenido nunca, eso lo sabían ambos dos, pero hacían como si lo hubiera hecho.
Alonso siempre hablaba de su libro, de que él escribiría aquella historia de amor que la bipolaridad evitó que la vida escribiera por él.
Lo haría sólo para que su Dama viera en cuanta estima la tenía, que hasta un libro iría dedicado a ella y diría lo que sigue:
"Para Elena, que por ella sóla escribo".
Y Panza se emocionaba con los recuerdos de su amigo, y con sus locuras, a las que otros llaman sólo sueños.
Y así pasaban las horas, entre risas, tabaco y coca-colas.
- Voy a hacer algo grande, Janter.
- Seguro, ¿Por qué no?.
- Ha de saber que esto no es locura de loco, sino amor de enamorado.
- Bueno, pues o la llamas o acabas tu libro.
- Mejor le escribo Janter, llamarla después de todo lo que pasó en aquellos tiempos de subida, sería "de locos".
Ambos rieron al tiempo. Y es que ellos eran de esas pocas personas a las que la locura no les da miedo. Debía de ser por vivirla tan de cerca.
Un buen día desapareció sin dejar más que una nota y un paquete con un recado para Janter.
Cuando la leyó se le puso una sonrisa en el rostro y dos lágrimas recorrienron su cara redonda.
La nota decía:
Valencia, a 04 de Julio de tantos de cuantos.
Janter, amigo:
Mi novela está lista y me la van a publicar, aquí la tienes, llévasela a Elena a su casa, te dejo la dirección en el sobre. Hay otra copia para ti. Yo ahora me voy a La Argentina a recorrerla andando.
NOTA: Janter, te quiero tanto que me gustaría que fueras bipolar.
Salud Compañero.
Don Quijote de Valencia.
Janter se preguntaba a dónde llevaría a Alonso esa nueva andanza.
Cogió el paquete y mientras se dirigía a casa de Elena se sorprendió a sí mísmo diciéndole a su amigo en la distancia:
- ¡Vale!.
 
 
 
 

viernes, 8 de enero de 2010

POEMA. POR SI NO SE MAS DE TI.

Por si no sé más de Ti,
quiero que sepas de mi un poco.
Soy los besos no dados y
mis dedos entre tu pelo.
Hubiera sido todo por Ti,
por que tú lo serías todo para mi.
Perdemos los veranos.
París hará luto por nuestros paseos,
esos que nunca daremos.
Una moto en un garaje de Roma,
esperará en vano a que yo la arranque.
Buenos Aires enmudecerá de noche sin Ti a mi lado,
y mi pluma seca esperará a que llegues.
Sólo para poemarte de amor sin Ti.

Pero si vienes, ah no si vienes,
empiezo de nuevo el poema:

Ven amor, siéntate a mi lado
y no te olvides de traer tus besos contigo,
esos que hemos de darnos.