POEMA. A mamá las facturas no le gustan nada.

A veces creemos que todo es nuestro
y tenemos abundancia de besos,
y un papá que todo lo puede
y una mamá que todo lo ama.

Y esa es la vida para toda la vida.
Y papá se marcha o se muere o naufrága,
y mamá persigue el dinero como loca,
y ahora sabes que papá no lo podía todo
y que mamá lo ama todo menos pagar facturas.

Y te echas novia y veinte años después te arrepientes,
mucho después de que ella te dejara.
Porque has encontrado a otra chica o ella a ti
y comparas y esta si que es la tuya. Lo sabes.
Pero tú no eres el de ella,
ese es otro, que llegó antes y que es mejor que tú,
que no es verdad, pero tú lo piensas.

Y se va y nunca estuvo.
Y hablas con tu padre que ya no puede nada,
ni siquiera hablarte puede
y tu madre te dice que la próxima te querrá con todo.

Y escribes porque es lo único que sabes hacer,
aunque no eres bueno.
Te descarga, te rescata, te hipnotiza, te maltrata
y ya no la ves a todas horas en tu pantalla,
ahora la ves a todas horas en cada cara,
y al menos está lejos
y nunca la verás salir del cine con un tipo.

Sabes que toda tu vida te preguntarás
porqué lo hizo,
¿por qué te llenó si ella ya llena estaba?.
Jamás entenderás que perdiera su tiempo contigo
porque el tuyo ya da igual,
le dijiste que era todo de ella.

Olvidar es fácil si sabes cómo,
y te ves en el camino,
y sabes que lo peor ya ha pasado.

Y te quedas pensando en que
la querías para mamá que todo lo ama
y que tú siempre les dirías a tus hijos
que no lo puedes todo,
que en realidad no puedes casi nada,
sólo escribir con el alma
y pagar las facturas porque a mamá no le gustan nada.