Vuelve.
Vuelve, si estás sola todavía.
Vuelve si él ya no parece quien era.
Vuelve si no has conocido a alguien.
Vuelve si aún quieres que te viva.
No vuelvas.
No vuelvas, si estás bien sola,
si sigues creyendo que él será
quien creíste que un día fuera.
No vuelvas si el nuevo no es como el viejo.
No vuelvas porque yo soy el de siempre
y no aspiro a ser como nadie,
pero lo daría todo
por vivírte todavía,
cada uno de tus soles
que es el mismo cada día,
y nuestra luna, que es nuestra
aunque dijeran que fuera sólo la de Valencia
y que Sorolla le diera
la luz que sólo él tenía,
para que la mires verde
con tu mirada, que es mía.
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