Mi novela MALDITOS POEMAS ya está a la venta en amazon.com y aquí, siempre, Mi FIRMA son MIS MALDITOS POEMAS, mis versos mi identidad, soy más poeta que nada. Vivo muy cerca de los Infiernos y de las Risas. A veces la vida es una tortura y te parece que has fracasado otra vez, aférrate a lo que ames y aprieta los dientes, quizá fracases de nuevo, pero eso da igual, lo malo es no tener fuerzas para volver a intentarlo y guarda siempre un sueño para cuando ya no seas capaz de soñar.
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viernes, 10 de septiembre de 2010
MALDITOS POEMAS:
"EL ANARQUISTA".
Malditos poemas, en la calle está la historia, la vida.
Ayer conocí a Vicente. Estaba trabajando en una esquina y mientras llegaba un compañero me senté a las 9 de la mañana en un banco que allí hay. Un anciano se sentó a mi lado, era Vicente, 90 años y parecía 70, además de que mentalmente estaba más activo que muchos treintañeros que conozco.
Entablamos conversación en seguida, - tengo noventa años - me dijo, no los parece, ya lo he dicho. - Soy anarquista - me indicó - a lo que yo contesté que yo también lo soy. A Vicente le encanta la literatura, y a mi también, así que hablamos de libros, se puso contento cuando le dije que estoy leyendo a De Lera, "Las Ultimas Banderas". Me dijo que hoy en día es difícil conocer a otro anarquista, a lo que me reí por toda contestación.
Vicente me habló de su guerra civil, me dijo que la jodieron los comunistas estatales, que el comunismo libertario sin ellos lo habría tenido todo mejor. Me habló de su pueblo, Fuenterrobles, en Cuenca, y le brillaban los ojos a nostalgia al contarme que fué la primera Comunidad Anarquista de España, - allí todos éramos iguales, - me dijo. Y seguro que fué así.
Me habló de abolir el Estado, el capitalismo, el consumismo, que cada cual haga lo que sabe, pero sé que es imposible en estos tiempos ser anarquista por que si quitas el Estado ¿que queda?. Os lo diré, queda el hombre y el hombre necesita a alguien que le dirija, alguien que no le deje pensar en lo que realmente es importante para la vida. Por que el hombre no quiere pensar y por que cree que el que piensa pierde. El hombre tiene miedo, miedo a la nada y miedo a pecar, maldita religión.
Estreché la mano de Vicente y le dije que era un placer hablar con él, me quedé corto y en seguida me arrepentí, en realidad fue todo un honor conocerte, Vicente, Compañero.
Salud, Camarada.
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